Ni tanto…

Leyendo esta entrada me he acordado de las imágenes de ayer del telediario de una cadena que no recuerdo muy bien, pero creo que el nombre empieza por antena y termina por tres.

Todo viene por el brutal acto terrorista de unos descerebrados que con la religión por bandera se han liado a tiros con unos humoristas.

Que digo yo que si tu religión es tan «frágil» que no aguanta que alguien pueda reírse de ella o cuestionarla, es que hay por ahí algo que falla, ¿no?

Bueno, a lo que iba, que ayer emitieron por el telediario antes comentado las imágenes del asesinato de un policía a manos de un terrorista con un tiro en la cabeza para rematarlo. El presentador del telediario dijo que a pesar de las quejas que había habido y que podía haber por la crudeza de las imágenes, se sentían en la obligación de mostrar la barbarie que se había llevado a cabo.

Hasta ahí de acuerdo. Pero me pareció excesivo el que las repitiesen más de 10 veces, varias de ellas seguidas. Una cosa es mostrar algo y otra regodearse. Porque al final consiguen el efecto contrario: nos anestesian ante semejantes acciones.

Señores publicistas

Un pequeño aviso, consejo o como quieran tomárselo:

Si anuncian un producto para disminuir la mucosidad o aliviar la tos, es más que suficiente con que lo repitan «n» veces (mucho mejor si n →1). No es necesario que lo representen gráficamente / visualmente.

Si la voz en off dice que el producto es para «hacer desaparecer los mocos», todos sabemos lo que es eso. No necesitamos que un «Pou» disfrazado de moco ninja-blandiblu haga el salto del tigre desde el armario sobre el sufrido actor.

Es más, creo que con esos anuncios consiguen el efecto contrario. Sí, podéis argumentar que habéis conseguido el propósito porque lo recuerdo. Mal, porque recuerdo el anuncio, no el producto. Y si lo recordara es para no comprarlo.

Letra ilegible en anuncios

Me parece ridículo. Como otras muchas cosas, sí pero hoy vengo a comentar el absurdo de las letras pequeñas de los anuncios.

No he buscado mucho, así que es normal que no haya encontrado la norma, ley, decreto o lo que sea que obliga a informar a los consumidores en los anuncios de las características de lo que se anuncia; pero está claro que tiene que haber alguna, si no no pondrían esos caracteres.

O glifos.

Y es que en la mayoría de los casos se juntan dos elementos que hacen completamente imposible poder leer lo que pone: el tamaño (junto con el color elegido que muchas veces sobre el fondo no destaca) y la velocidad con la que recorre la pantalla.

Ayer por ejemplo me pareció el colmo: la mitad de la línea de texto estaba cortada. Así que ya ni grabando el anuncio y pasándolo a cámara lenta con zoom se podría saber qué era eso tan importante.

Lo que está claro es que es información que a los anunciantes no les interesa que conozcamos, ya que si fuesen datos «favorecedores», los pondrían en letras de 200 px de tamaño. Pero cuanto más pequeña es y más rápido pasa, más recelo genera. Por lo menos en nuestra casa.

Y digo yo, que ya que han obligado a que aparezca esa información, ¿no sería más lógico que obligasen a un tamaño y una velocidad para que se pudiese leer, más o menos como han hecho con los medicamentos, con la pantalla final?

Es que hay casos en los que puedes ver que leyendo la letra pequeña, pasa de ser una oferta buenísima (un coche decente por unos 100€ al mes) a ser una joputez suma: entrada de varios miles de euros, 2 años pagando eso y una cuota final de más de 10 000€. Vamos, un chollo.

Los Protegidos

Otra serie más a la que nos hemos enganchado (y van…)

Habíamos visto algún trozo de algún capítulo en la emisión normal por Antena 3, pero entre los incontables cortes de publicidad, la cantidad de tiempo que duraba cada uno y que en la ficción española no se siguen los mismos tiempos que en las anglosajonas (cortas: 20 minutos, largas: 45 minutos), nunca nos pusimos a ver un capítulo entero, a pesar de que la idea nos parecía atractiva. Y es que cada capítulo dura casi como una película corta. Y así no hay manera de mantenerse despierto de principio a fin.

Pero casi de rebote me encontré los torrents para descargar la serie y ahora estamos (sobre todo mi MR) enganchados por saber qué pasa con la familia Castillo-Rey, villa Dorita (todavía espero que se haga alguna mención al Mago de Oz 😉 ) y los Ruano.

La trama principal, con los superpoderes, los malos persiguiendo y demás es interesante. Obviamente los efectos especiales dejan un poco que desear, sobre todo si los comparamos con Heroes o similares, y si comparamos protagonistas (Angie Cepeda vs Ali Larter o Ana Fernández vs Hayden Panettiere) como que (por lo menos para mí) gana la versión americana… eso sí, siempre hablando del nivel interpretativo.

Y es en la labor de los actores donde tiene algunas carencias.  Hay situaciones en las que se les ve forzados, en las que se nota que algunos de ellos no tienen mucha carrera a sus espaldas. Pero el guión les ayuda, con ciertos toques de humor. Y de todas formas eso es algo que se puede arreglar con el tiempo. Si sólo pudiesen actuar los actores «consagrados», nunca habría nuevas generaciones, no?

Así todo, los Protegidos es una serie que se deja ver, que entretiene y que engancha. Creo que son las tres cosas básicas que se le pueden pedir, y consigue darlas, así que por nosotros, tiene el visto bueno para seguir.

Fringe… ¿batacazo?

Estoy un poco… escamado con Fringe. En los últimos episodios tenía la sensación de que la calidad había caído un poco. Y es que tengo un método infalible para ver si una serie sigue como me gusta o si por el contrario van dando bandazos con el guión intentando alargar una historia que no daba para tanto o qué. Este método es: si consigo ver el capítulo sin dormirme, van bien.

Puse a prueba esta tecnología con Flash Forward, y todos sabemos cómo acabó. A pesar de las expectativas y de lo bien que empezó, ahora ni siquiera me acordaba bien del título.

El caso es que con la serie de Walter (el mejor, sin duda) los últimos 3 episodios me he quedado traspuesto. Menos en el último, pero también un poco. Y pensaba que éramos los únicos, todo ello ayudado por el ritmo de vida que llevamos con las diablillas, pero por lo visto hay más gente por ahí que piensa lo mismo. Sólo espero que retomen el rumbo inicial. Me da la impresión de que están pecando del mismo error que la serie que he comentado antes, y es que están intentando meter más capítulos de los que «permite» el guión, y así quedan un poco deshilbanados, metidos con calzador, haciendo que la trama se pierda un poco, y las ganas por ver un capítulo nuevo vayan decayendo. (Al contrario que nos pasa con misfits)

Bueno, le seguiremos dando un voto de confianza, pero como siga así, empezaré a recuperar otras historias pendientes que tengo por ahí: Battlestar Gallactica, Sherlock, Leverage,…