E*ecciones

No sabía qué título poner en esta entrada.

con la «l» me salía lo típico, pero que no dejaba muy claras las intenciones del post. Aunque a decir verdad tampoco es que tuviese un esquema preciso de los puntos a tratar.

la «r» representa muy gráficamente la situación después de los resultados (faltando el voto por correo, pero que no creo que varíe nada). Los políticos de derechas (los de «verdad», no los que han hecho políticas neoliberales perteneciendo a partidos de la izquierda) están con una el_título_con_la_letra_r tremenda, ya que han conseguido mejorar en casi todos (si no todos, no he podido mirar toooodos los resultados) los municipios españoles. Han visto que el incipiente movimiento ciudadano desatado desde el 15M les ha afectado poco, y siempre menos que a sus competidores. Y sí, nos la van a clavar.

la «y» se cumplirá en algunos partidos cuando ciertos cargos sean expulsados de sus asientos como si de un caza se tratase. Así, los que realmente mandan seguirán en sus puestos y, como siempre, rodarán cabezas que realmente sólo están de cara a la galería.

Pero lo que realmente importa es que, a pesar de las movilizaciones, de los gritos de protesta, de las numerosas peticiones por parte de muchos ciudadanos para que esto cambie, mucho me temo que todo va a seguir igual.

El PPSOE ha ganado contundentemente, así que:

• les trae al pairo tener imputados en sus listas,
• mentir un día sí y otro también,
• no tener un programa político y basarse sólo en el «los otros lo han hecho mal, ya veréis lo bien que lo haremos nosotros» a pesar de que cuando se les preguntan por cosas concretas no dicen nada,
• un  día hacen un comunicado, o dicen algo en rueda de prensa y al siguiente lo niegan, como si nunca hubiese pasado.
• basar sus campañas en el «y tú más».
• pedir el voto con la simple excusa del «que vienen los otros».

y cienes y cienes de cosas más.

Por todo ello, no hay que rendirse, hay que seguir luchando por librarnos de estos políticos sanguijuelas y tener una democracia que realmente sea digna de tal nombre, y no esté basada en crear privilegios para la casta política y las empresas de turno.